La obra consiste en una instalación compuesta por dos masas viscosas. Estas masas se encuentran dispuestas en dos contenedores separados. Integrados hay una serie de sensores piezoeléctricos que detectan y miden la presión ejercida por los participantes al interactuar con la materia. Estos sensores traducen esa información de presión en señales eléctricas que son procesadas y convertidas en sonido mediante un sistema de síntesis de audio en tiempo real.
De esta manera, cuando un participante toca y aplica fuerza sobre una de las masas viscosas, los sensores piezoeléctricos captan estos estímulos táctiles y los convierten en una abstracción sonora que es reproducida a través de auriculares dispuestos cerca de la otra masa. El segundo participante, al escuchar estos sonidos, puede a su vez tocar y ejercer presión sobre la segunda masa, generando nuevos patrones sonoros que serán percibidos por el primer participante.
Se establece así un ciclo de retroalimentación multisensorial, donde el tacto sobre las masas viscosas se transforma en sonido, y este sonido influye en las acciones táctiles posteriores, creando un diálogo y una conversación abstracta mediada por estímulos sonoros y táctiles. La instalación explora la traducción sinestésica entre el sentido del tacto y el oído, promoviendo una experiencia artística inmersiva.
Descripción técnica
Proceso Creativo
En un comienzo trabajamos sobre distintas ideas. Tras experimentar con